sábado, 7 de abril de 2012

Movilidad en el mercado laboral

Me han invitado a participar en una mesa redonda donde hablemos de los programas de movilidad para apoyo a los jóvenes en su incorporación al mercado laboral. En el proceso de preparar mi participación he accedido a diverso material que ilumina aspectos que influyen en la baja movilidad laboral en nuestro país. Lo presento en formato esquemático:

Nuestro problema: El Desempleo Estructural
  • El desempleo estructural es aquel que no disminuye ni desaparece mediante simples medidas de ajuste económico (devaluación de moneda, modificación de impuestos, etc.).
    El desempleo estructural suele ir asociado al desempleo tecnológico (derivado de las revoluciones tecnológicas) y en ocasiones al desempleo cíclico (derivado de los ciclos económicos).

  • Las características principales que advierten de un desempleo de tipo estructural son:
    - Desajuste sostenido entre la calidad y características de la oferta y la demanda.
    - Desadaptación del conjunto de los actores económicos respecto a la economía externa e incapacidad del mercado interno para paliar esa diferencia.
    - Obsolescencia de un modelo productivo determinado.

  • La falta de movilidad es una de las rigideces que concretan el paro estructural. Éste marca el límite de reducción de desempleo aunque crezca mucho la economía. Podría estar en el 15% (valores que en Canarias recordamos como casi normales).

  • Ni cuando se crea empleo ni cuando no, los españoles no se desplazan por trabajo. Apenas el 12% de los trabajadores está empleado en una provincia que no es la suya (Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo INEM)).

  • Canarias y Andalucía no presentan grandes datos de movilidad. Las Palmas y S.C. de Tenerife, registran las cifras más bajas, con una movilidad en torno al 4,85%.
¿Qué factores favorecen la movilidad?
  • La necesidad y la ambición son los dos motivos que animan al desapego. Las mayores tasas de movilidad están polarizadas en los extremos: el nivel sin estudios (17,12%) y el de los universitarios (28%).
    Las tasas más bajas se producen en los niveles de Formación Profesional.


¿Qué factores obstaculizan la movilidad?

Son muchos, pero me ha sorprendido la relación que existe entre las altas tasas de propiedad de la vivienda y la baja movilidad laboral.

Estos son los datos de alquiler en Europa:

Esta poca proporción de alquileres en España indica una tasa muy alta de propiedad en la población trabajadora, la famosa burbuja inmobiliaria.

En 2004, el titular era estremecedor: "El número de viviendas construidas en España durante el año pasado, que casi alcanzó las 700.000, es mayor del que se edifican en Alemania, Italia, Francia y Gran Bretaña juntos." (Ver noticia).

Si vemos los datos del Ministerio, el incremento en el número de viviendas es de unas 750.000 nuevas edificaciones al año desde el 2002 al 2009 (ver datos).

Esto claramente la han comprado los trabajadores, convirtiéndose en un signo de calidad de vida y mejora personal. Y seamos honestos, si los alquileres estaban incluso por encima de las cuotas de hipoteca (porque los propietarios querían pagar las suyas y además ganar un poco más), la oferta era amplia y la curva de crecimiento de precios era de vértigo, ¿cómo no íbamos a comprar?


El resultado de la explosión de la burbuja ha sido una brusca caída de la demanda y de los precios, que según la APCE empezó en diciembre de 2007 y aún continúa en el 2012, con caídas en la demanda superiores al 40% provocadas por la incapacidad del mercado para absorber la enorme oferta de vivienda construida y vacía disponible.

Y ahora estamos como estamos, endeudados hasta las cejas, el volumen de deshaucios disparado (58.241 en 2011, un 22% más que en 2010), y con un listado de expedientes en los juzgados que quita el hipo (durante 2011 registraron un descenso del 17%, hasta los 77.854, lejos del récord alcanzado en 2010 con 93.636 procedimientos).

¿Y quién paga esto?

Las familias son el primer apoyo, la economía sumergida el segundo para los que pueden, pero es común el sentimiento de que perder la vivienda es lo último que nos puede pasar. El sentimiento de fracaso y de vacío es enorme (pagabas para tener), y además sigues teniendo la deuda, aunque ahora el Código de Buenas Prácticas que propone el Gobierno establece que una familia con dificultades económicas puede cancelar su hipoteca cediendo su casa al banco, bajo ciertas condiciones (ver condiciones).

Bueno, toda esta descripción de los problemas en el sector inmobiliario pone sobre la mesa los obstáculos que existen para la movilidad de la población trabajadora: el alto endeudamiento vinculado a la propiedad.

Es lógico que todos se aferren a mantener la vivienda, pero la situación se está volviendo insostenible con los niveles de desempleo que estamos viendo.

¿Quienes están en mejores condiciones para trasladar su residencia?
Los jóvenes (de 16 a 25 años), que se supone que aún no han caído en las garras de las hipotecas, que además soportan un paro del 50,5% (frente al 22,4% en el conjunto de la UE).

La realidad que esta sector es el más débil: falta de experiencia laboral (que no le hemos dado), debilidad en el manejo de idiomas frente a sus homólogos europeos (que no hemos atendido bien en nuestro sistema educativo), poco estimulado su espíritu emprendedor (sociedad rentista y poco valor del riesgo y el diseño de proyectos personales), etc.

Pero tienen otras factores a favor: buena formación universitaria (en serio, nuestros alumnos no desentonan en ningún sitio), necesidad social (estamos muy jodidos, ellos lo deben saber y esto es gasolina para cualquier ser humano), somos animales sociales (el latino abre puertas allá donde vaya), etc.

Pongámosnos manos a la obra, estamos perdiendo un tiempo precioso. Cada chico que salga y encuentre una oportunidad será una familia que ayudemos a superar esta crisis que nos está comiendo.