sábado, 30 de junio de 2012

Gestión de equipos de trabajo I

Comienzo con este post una línea de comentarios alrededor de la Gestión de Equipos de Trabajo. Comenzamos con el por qué de este interés, y mi experiencia hasta el momento.
La verdad que de todo lo que he hecho en los últimos años en la gestión universitaria, lo que más, lo que he descubierto, lo que me ha despertado mayor interés intelectual, y así lo que ustedes quieran poner, ha sido el reto de afrontar la gestión de equipos de trabajo.

Tristemente, el trabajo académico puede reducirse a una sola persona: uno mismo. Investigas sólo (o con poco contacto externo, el mínimo), preparas tu clases sólo, e incluso llegas a dar tus clases sólo (esto es, te olvidas del alumno). Muy a pesar nuestro, tras más de 20 años en la profesión, el académico medio se hace mayor y estas "malas prácticas" se acentúan.

Yo por suerte he viajado en dirección contraria. Me fue muy difícil hacer investigación en solitario, y después de un par de resultados que tampoco es que valore como lo mejor de mi producción científica, volví a trabajar con colaboraciones. Para mí, hacer ciencia en solitario no es satisfactorio, me gusta trabajar con amigos.

Cuando comencé en la gestión académica, asumiendo proyectos que ejecutar, fue en el Vicedecanato de la Facultad de Matemáticas. La verdad que metido en un gran equipo, la división de tareas fue muy fructífera, y aunque había debate, cada uno tenía independencia y trabajamos en un grupo de un número muy reducido de miembros. Cada uno lo hacía casi todo, nadie estaba a tus órdenes, y o bien lo hacías tú o no salía.

El salto fue dirigir la Oficina de Software Libre (OSL).  Yo no sabía de casi nada, y tenía a mis órdenes un equipo fabuloso de técnicos informáticos, y además muy buen gente. Ahí aprendí a preguntar, a basar el trabajo en la confianza en los miembros del equipo, y a oir antes de decidir. Un magnífico campo de entrenamiento para lo que vino después.

Pasar a dirigir la OTRI y el Departamento de Innovación de la Fundación Empresa Universidad ya fue el salto sin red. Doblar el número de personas que depende funcionalmente de tí, con perfiles y funciones más dispares (en OSL todos eran los mismo, ingenieros informáticos), con proyectos en marcha más dispares, fue un cambio de vértigo.

Ya ahí empezó mi interés, y búsqueda, por un marco conceptual que diese orden a la intuición. Varias preguntas tenía que contestar:
  • ¿Cómo sacar el mayor partido de gente con talento?
  • Si esto es gestión del conocimiento, ¿qué conviene hacer y qué no?
  • Si los puestos de trabajo dependen de la creatividad y entrega de los propios miembros del equipo, porque esto no es una fábrica en serie de proyectos relacionados con la universidad, ¿cómo mantenemos el ritmo y a la vez aumentamos el crecimiento del equipo sin que caigamos en ciclos de rutina, conformismo o alti-bajos que llegamos a ver como normales?
 La verdad que con el tiempo he visto que estos aspectos son transportables a cualquier actividad académica, ¿o no queremos sacar el mayor partido de nuestros alumnos y/o de nuestros compañeros universitarios?

Bueno, ya llevo tiempo buceando en el tema y espero que los siguientes post sean motivadores y de vuestro interés. Yo cada vez estoy más entusiasmado, lo veo más importante y, cuando hablo con profesionales de otras áreas, más me reafirmo en la necesidad de tener formación en este aspecto.

He aprendido cosas como Innovación Abierta, SDWT, liderazgo, disfunciones de equipos de trabajo, etc., y a ver si se las cuento con sentido y los entretengo.

sábado, 16 de junio de 2012

Matemáticos para el SXXI

Ayer asistimos a la entrega de orlas de la XL promoción de Licenciados en Matemáticas y la XXIV promoción de Licenciados en Ciencias y Técnicas Estadísticas de la ULL. Como siempre, mucha emoción, familias llorando, licenciados nerviosos, padrinos muy agradecidos, en resumen, lo común y único de estos eventos. 

Siempre digo que, tristemente, este es el único momento donde las familias visitan la universidad y medianamente los atendemos como se merecen. Bueno, algo es algo.

Sentado en la mesa presidencial, acompañando a nuestro Rector y al equipo decanal, tuve el placer de felicitar directamente a todos los miembros de estas promociones. A todos los felicitamos por el trabajo concluido, pero no pudimos ninguno olvidarnos que el escenario laboral que tenemos no es precisamente de los que nos ayudan a ser optimistas. 

No obstante, dos hechos ocurrieron ayer que me ayudan a lanzar un mensaje de apoyo a estos recién titulados: tuve la oportunidad de saludar a dos ex-alumnos nuestros que han desarrollado sus carreras profesionales fuera de Canarias, de forma exitosa y  con un futuro muy esperanzador.

Alejandro González es licenciado y doctor en Matemáticas por la ULL. En la actualidad es profesor de la Universidad de Montreal, ha conseguido dos proyectos de investigación nacionales, y este curso que viene disfruta de su primer sabático que le permitirá realizar trabajos en universidades de Iberoamérica y Europa.

Elena Perera, licenciada también en Matemáticas y con DEA por la ULL, trabaja en Iberia como gestora de ocupación de vuelos. Está en estos momentos en una fase de selección para ser destinada a Nueva York. Me comentaba que otros dos licenciados nuestros en Madrid ya habían iniciado experiencias profesionales en el extranjero. 

Estos dos ejemplos son para mí los mascarones de proa de un perfil profesional que tengo muy cerca, y he tenido el lujo de tener bajo mis órdenes: Matemáticos para el SXXI.

Profesionales que se adaptan bien a nuevos perfiles profesionales, que aprenden rápido, que son rigurosos y meticulosos, y que rápidamente se hacen con el respeto y consideración de sus superiores. Los he tenido en mis equipos de trabajo en áreas de innovación, turismo, transferencia tecnológica, formación, etc., y siempre nos apoyamos en que "pensamos diferente".

La situación actual de crisis no puede llevarnos al total pesimismo. No nos engañamos reconociendo las dificultades, pero no pueden ser disculpa para no movernos. Hay trabajo para un matemático, aquí o fuera de de aquí, en un sector o en otro, donde te conocen o de forma totalmente fortuita. 

¿Qué debemos tener presente para poder acceder a esos puestos, aunque el empleador no se imagine que un matemático puede serle útil?
 Creo que un trabajador de este mercado global debe apuntalar los siguientes aspectos en su formación:
  • Idiomas: poco hay que decir sobre este tema.
  • Tecnologías 2.0: hay que saber sobre herramientas web, trabajar en la nube, gestores de contenidos, herramientas colaborativas, etc.
  • Trabajo en equipo: hay que leer y formarse en cómo sacar mayor partido a un equipo de trabajo.
  • Innovación (y esto debería leerse con un exponente (muy matemático) de al menos al cubo): debemos ser capaces de introducir/liderar la innovación en nuestros puestos de trabajo.
Siempre he sido optimista con el papel de un matemático en la sociedad. Lo estudiamos en el 2007 en el informe Salidas Profesionales de los Estudios de Matemáticas de la Real Sociedad Matemática Española. Nos agarró la crisis al año siguiente y ahora lo veo como la hoja de ruta de lo que es posible encontrar en todo el mundo.

Suerte a todos. 

domingo, 3 de junio de 2012

Todos podemos aportar un granito

Esta semana comí con antiguos colaboradores de mi muy querida Oficina de Software Libre de la ULL (OSL). Ya están en proyectos empresariales, buscándose la vida, picando trabajitos aquí y allá, o sea, sobreviviendo.

Hablando de lo que toca, lo mal que está todo, surgió una idea común entre todos: la gente no ve qué puede aportar para solucionar lo que está pasando. 

Es de tal magnitud la crisis que las personas quedan empequeñecidas, absorbidas y anuladas por lo dramático de las cifras (parados, desahucios, recortes, deudas, etc.). Es natural, esto no lo digiere nadie con comodidad.
 
Y ahora surge siempre la pregunta dolorosa: ¿y qué podemos hacer?

Mi listado de pequeñas ideas:
  • Ahorrar en aspectos de región-estado: energía, uso de transporte público,... 
  • Gastar en la región: vacaciones, ocio, servicios, negocios, ... hacerlo todo preferentemente aquí antes de solicitarlo fuera.la gente no ve qué puede aportar para solucionar lo que está pasando.
    Por ejemplo, compro todos mis libros en librerías de aquí en lugar de mandarlos a pedir fuera como hacía muchas veces antes. Si no están, me espero (y ya llevo casi un mes esperando por uno).
  • Asesorar a los más débiles: estar informado para poder aportar alguna perspectiva a los que tienen un futuro más incierto (jóvenes, parados de larga duración, etc.).
    Por ejemplo, cada vez que puedo participo en jornadas de orientación de empleo, hablo con antiguos alumnos, etc.
  • Como educadores: profundizar en los procesos formativos que llevamos a cabo en aspectos que orienten a una empleabilidad más sólida. Hoy no basta con enseñar, hay que orientar y asesorar a futuros profesionales.
  • Apoyar la emprendeduría: toda idea emprendedora necesita de nuestro apoyo. Dediquemos un poco de nuestro tiempo en pensar las propuestas emprendedoras de nuestros amigos, alumnos y familia.
    Decir las ventajas y las desventajas ayudarán a mejorarlas, siempre desde un punto de vista positivo. Incluso una mala idea puede llevar a un buen negocio.
  • Ayudemos a superar el miedo al fracaso: hablemos de las miles ejemplos de superación que existen, de cómo nosotros mismos hemos aprendido de las malas experiencias, de que la vida de cualquier proyecto tiene ciclos de crecimiento y de depresión.
    No existe vía fácil y segura en ninguna actividad humana, la tranquilidad en un aspecto hace que nos aparezcan inseguridades en otro  
 Seguro que todos tenemos una lista similar. Da lo mismo si coincide o no en parte, no importa. Sólo debemos ponernos todos manos a la obra. Cada uno aportando un poquito, un granito.