jueves, 30 de agosto de 2012

Desempleo y movilidad

A punto de cumplir dos meses sin escribir nada, hoy parece que tengo un poco de calma y necesidad de soltar lo que me lleva comiendo desde hace mucho.

Intentamos mantenernos optimistas, vendemos que donde estamos (la educación superior) es donde podemos ayudar a nuestros jóvenes y a todo el país a salir de esta encerrona donde nos hemos metido todos (no me quito culpas), pero en estos dos meses he podido acceder a muchos lados del prisma del mercado laboral.

Un país con opciones
Estuvimos de visita institucional al Perú a mediados de julio. Un país con una perspectiva de crecimiento para el 2013 de un 6%,  y donde el propio FMI lo sitúa como el segundo mayor crecimiento de toda América Latina, sólo superado por Uruguay (informe de abril de 2012). No obstante, es uno de los países con menos inversión en I+D+i de toda Latinoamérica (rondando el 0,1%), pero con interés de este gobierno de llegar en el 2015 al 0,7% (aumento de un 30% en el presupuesto de este año).

Esto habla de un potencial para la atracción de mano de obra y talento descomunal. Trabajamos en Cusco para apoyar la estrategia de expansión de la Universidad Nacional de San Antonio del Cusco en el área de enfermedades tropicales, un centro en claro crecimiento donde ya aportamos varios doctores formados en nuestros laboratorios de la ULL. Nos reunimos con representantes de todas las universidades del país para mostrarles nuestro potencial y nuestra organización en materia de I+D+i e internacionalización. En resumen, mucho por hacer en el ámbito de la I+D+i, y a partir de aquí, lo que se quiera.

No obstante, cuando uno habla de un nicho para nuestros desempleados, un escenario de posibles oportunidades, no podemos olvidarnos de los sacrificios que esto puede suponer.

Latinoamérica no es Europa, y Canarias ha alcanzado unos niveles de calidad de vida y nivel de servicios que nos sitúan a una gran distancia aún de las realidades de Perú, Marruecos u otro país destino.

Una realidad de desempleo totalmente desoladora
¿Por qué esta reflexión con respecto a Perú?  En las visitas que he hecho a Chile, Cabo Verde, Marruecos, ahora la última a Perú y la semana que viene a Brasil, he puesto especial atención en identificar alguna ventana de oportunidad para nuestros desempleados. Imposible en visitas cortas analizar ofertas, pero sí tener idea indicadores, situación del mercado laboral local, etc. 

Muy bien, aparte de ser una obsesión casi personal de toda la vida, hoy más que nunca debemos buscar oportunidades para nuestros jóvenes titulados, aquí o donde sea. La realidad del desempleo me ha dejado en estas vacaciones  totalmente abrumado. 

Uno está al tanto de los números, lo que sale en los medios, pero eso es una cosa y otra muy distinta es ir hablando con familiares y amigos que te preguntan por opciones, empresarios que te hablan de las decisiones que han tomado en materia de despidos y las que tienen que seguir tomando. 

Me duele personalmente cómo, al comentar opciones muy básicas, casi de sentido común, el absoluto bloqueo les ha atenazado para poder ni siquiera analizarla   (p.ej. tras dos años sin empleo, ya decididos a salir de España si hay opción, no se ha actualizado ningún idioma, teniendo incluso conocimientos básicos de alguno).

A pesar de todo, en este escenario, como denomino, desolador, cuando les hablo de abrir la ventana de la movilidad les tengo que hablar de lo que significa ir a buscar empleo en otro país. Si miran a Europa los cambios son en un sentido (idioma, forma de vida, etc.) , pero hay un escenario de calidad de vida y servicios de confianza. 

Si miran a Latinoamérica o Africa, debo ser sincero y decirles que los cambios serán mayores, el shock cultural considerable y la adaptación a los servicios debe tomarse con calma (p.ej. los taxis son una medida del cambio, ¿han cogido un taxis en Marrakesh?). 

No obstante, prefiero un trabajado contrariado en otro país que un desempleado desesperado aquí. Lo siento, quiero gente con posibilidades de construir proyectos personales, aquí o donde sea.  Prefiero tratar con personas antes de pensar en "país", "gastos de nuestros impuestos" y demás argumentos que parecen que hasta recriminan al que se va.