lunes, 17 de agosto de 2009

Prisionero en Disney

Si no lo digo reviento, así es como me he sentido estos últimos cuatro días en DisneyLand París, como un prisionero de toda esta maquinaria de hacer dinero.

Los servicios del hotel (el Cheyenne) han sido penosos, hemos pagado un hotel y hemos recibido servicios de un hostal de medio pelo. Los niños lo bautizaron como la "Pensión de Chona".

Después viene el resto. Estás aislado por completo del mundo civilizado, luego los servicios se reducen a lo que Disney te ofrece. No hay supermercados, no hay farmacia, no hay restaurantes alternativos y todos los precios son iguales (por ejemplo, 2.5€ la botella de agua).

Los parques temáticos son una monada, pero sigue el terror. Todo es una gran tienda para que los niños en cada 100 metros tengan un estímulo para comprar, palomitas, refrescos, ... y toda la parafernalia Disney que te hace sentir en una Disney Store gigante.

Lo de la colas interminables para acceder a las atracciones ya es conocido. Mi resumen: el día que más pudimos atender de las más famosas fueron unas 4 en un total de 5 horas. Las grabé y el total ¡¡no llegaba a 11 minutos!! La media de espera es de 1 hora y poco (llegué a estar en una un total de dos horas) y la atracciones escasamente llegan a 2 minutos.

Casi todas son montañas rusas. La de Buscando a Nemo es una trampa peligrosa, tiene toda una decoración infantil pero la atracción es muy dura. Mi esposa e hija de 9 años lo pasaron muy mal con tanto giro. Mi hijo de 6 sólo quería repetir. Hay gente para todo.

Estos no me agarran más.

1 comentario:

  1. Je, je. Te recomiendo que leas "Ponga Magia en su Empresa"
    de Disney Institute, para acabar de envenenarte.


    http://www.amazon.com/Ponga-magia-empresa-Spanish-Cockerell/dp/8492452110

    ResponderEliminar