Como es usual en este blog, lo primero es el titular que me ha fastidiado el día:
El informe completo lo pueden descargar aquí. Es muy denso, pero la prensa ha destacado estos gráficos resumen enormemente clarificadores:
Los resultados se dividen en seis niveles. Las siguientes son ejemplos de las destrezas que se tienen en tres de ellos:
El examen de competencias básicas de la población adulta hecho por la OCDE
en 23 países (una especie de informe PISA para adultos) ofrece a España dos conclusiones muy claras: la primera,
que está a la cola de las economías desarrolladas (el penúltimo en
lectura, y el último en matemáticas); y la segunda, que cualquier tiempo
pasado no fue mejor: los jóvenes puntúan mucho más alto que los mayores
y están más cerca de la media. De hecho, la diferencia entre los
resultados entre unos y otros es de las más grandes (junto a la de
Corea) de todos los participantes en el estudio, de más de 30 puntos,
pero España tenía la peor situación de partida.
El informe completo lo pueden descargar aquí. Es muy denso, pero la prensa ha destacado estos gráficos resumen enormemente clarificadores:
En general, lo que señala el estudio es que la base de las competencias
lectoras y matemáticas se adquiere durante la escolarización obligatoria
(primaria y secundaria), pero que a lo largo de los años estas se
pueden atrofiar o mejorar dependiendo del tipo de trabajo y la formación
continua. En general, los trabajadores españoles escriben y resuelven
problemas con la misma frecuencia que sus compañeros de la OCDE.
El secretario general adjunto de la OCDE, Yves Leterme insiste en destacar que una de las principales vías de
mejora, aparte de reforzar las competencias en la escuela, sería hacer
un esfuerzo con los programas de educación continua para adultos, sobre
todo, teniendo en cuenta que los trabajadores más cualificados se
muestran tres veces más dispuestos a participar en estas actividades y
que España tiene una enorme base de personas con baja cualificación.
Sin embargo, el estudio también advierte de que no vale solo con
aumentar el número de títulos, sino que lo importante de verdad es la
calidad de la educación. Un ejemplo: los adultos españoles con un
diploma de FP de grado superior y universitario tienen las mismas
competencias medias en lectura que tras el bachillerato en Japón, País
Bajos y Australia; y que los de Países Bajos, Japón, Suecia, Austria,
Eslovaquia y Dinamarca en matemáticas. Teniendo en cuenta, claro está,
que se están comparando situaciones y contextos y sistemas educativos
muy distintos, sobre todo, comparados con los de la España de los años
sesenta.
La puntuación de España
España obtiene 252 puntos de media (sobre una base de 500) en
comprensión lectora (solo está por delante de Italia), 19 menos que la
media OCDE y 246 en matemáticas (23 menos), en una prueba que hicieron
166.000 personas de 16 a 65 años de 23 países (algo más de 6.000
españoles) entre agosto de 2011 y marzo de 2012. Y, como en PISA
(que evalúa a chicos de 15 años), tiene a más gente que la media en los
dos niveles más bajos (27,5% frente a 15% en lectura, y 30% frente a
19% en matemáticas) y muy pocos en los superiores (4,7% frente 11% y
4,1% frente a 13%, respectivamente); no hay prácticamente nadie en el
nivel más alto, el 5.
- Nivel -1. Menos de 176 puntos. Solo requiere conocimiento de vocabulario básico y no es necesario entender la estructura de los párrafos. Por ejemplo, sobre un texto corto sobre unas elecciones sindicales y tres tablas con los resultados de tres candidatos, hay que decir quién recibió menos votos. En matemáticas, este nivel requiere contar, ordenar, operaciones aritméticas con números enteros o dinero.
- Nivel 2. Entre 226-275 puntos. Relacionar textos, parafrasear y hacer inferencias a bajo nivel, integrar dos o más fragmentos o contrastar información. En matemáticas, operaciones de dos o más pasos con cálculo con números decimales, porcentajes y fracciones. Por ejemplo, calcular cuánto va a pagar una empresa por el kilometraje y las dietas a partir de los datos básicos de un día: kilómetros recorridos, euros por kilómetro...
- Nivel 4. Entre 326-375 puntos. Integrar, interpretar y sintetizar información de varios textos largos y complejos, hacer inferencias complejas usando conocimientos previos o datos ambiguos. Por ejemplo, en una búsqueda bibliográfica simulada en la web de una librería, buscar un libro a favor de los alimentos transgénicos y otro en contra. En matemáticas, hace falta un nivel de análisis y razonamiento más complejo sobre cantidades, relaciones espaciales y fórmulas.
- Sólo un 0.7% de los adultos de todos los países que participaron en evaluación dominan las competencias en el nivel superior, nivel 5. En once países, entre ellos España, ningún adulto obtuvo esa puntuación. Alrededor de 4.6% adultos en España puntuaron en el nivel 4 – una proporción menor que la media de 11.1% en todos los países participantes, pero mayor que el 3.3% de adultos en Italia en el nivel 4.
- Unos 12.4 % de los adultos participantes se sitúan en los niveles 4/5 en comprensión matemática; España (4.1 %) e Italia (4.5%) tienen la menor proporción de adultos en este nivel.
- Un tercio de los adultos (33.0%) puntúan en el nivel 2 in comprensión matemática. España tiene la mayor proporción en este nivel (40.1%), seguida de Corea del Sur (39.4%) e Italia (38.8%).
- Los españoles en edades comprendidas entre 16-24 años puntúan mejor en comprensión lectora; en comprensión matemática, les superan las que tienen de 25-34 años. La diferencia en matemáticas entre este grupo (16-24) y la población total es una de las mayores (9 puntos) de todos los países participantes, la misma que en Polonia y Francia, y menor sólo en Corea del Sur (18 puntos).
- España tiene una gran proporción de adultos (17%) que dijeron no tener experiencia previa con el ordenador, comparado con la media de 9% de los países participantes, aunque las mayores proporciones se encuentran en Italia (24%), República Eslovaca (22%), Chipre** (18%) y Polonia (20%). Sin embargo, 6% de los adultos españoles fallaron en la evaluación digital por no tener suficientes competencias TIC – más o menos lo mismo que la media (5%) y menor que en Japón (11%), Corea del Sur (9%) y Polonia (7%).
Ahora toca reflexionar. Si no empezamos ya, tendremos que esperar al informe de 2023 para ver alguna mejora, porque los de 16 a 24 ya estarán en el siguiente grupo, y lo que vienen por detrás lo van a mejorar seguro.
Pero claro, entre esos que ahora han dado muy malos resultados tenemos el gran grueso de desempleados, que ya hoy el FMI ha dicho que en el 2014 no van a disminuir en número:
Pues toca hacer algo, pero el informe también da datos sobre este tema del "reciclaje":
- La demanda de enseñanza de adultos es cuatro veces mayor en España entre lostrabajadores más cualificados que entre los menos cualificados.
- La enseñanza de adultos contribuye a desarrollar y mantener competencias clave. Los adultos con mayores niveles de competencias se muestran tres veces más dispuestos a participar en cursos que los de bajas competencias. Esta oportunidad haría más fácil la probabilidad de conseguir un nuevo empleo en caso de paro, especialmente entre los trabajadores que tienen sólo educación secundaria o menos.
- En España, más de 40% de los trabajadores participaron en cursos de adultos, comparado con un 60% en los países Nórdicos, y menos de un 30% en Italia. Sólo un 19% de aquéllos que puntuaron por debajo del nivel 1 en comprensión lectora hicieron algún curso, en comparación con el 79% que puntuó en el nivel superior.
Es un círculo vicioso en el que los trabajadores mejor educados
desarrollan y mantienen su conocimiento y competencias, mientras que los
menos cualificados, no.
La clave política aquí es ayudar a los menos
cualificados a romper este círculo vicioso. ¿Nos ponemos ya o tenemos que esperar más tiempo y nuevos informes?
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