La noticia es de este pasado 1 de octubre:
"El número de parados registrados en las oficinas públicas de empleo de Canarias al término del mes de septiembre [...] se situó en 248.858, según datos del Ministerio de Trabajo."
Estas semanas pasadas algunos de estos parados en Canarias son conocidos, del sector de la innovación, de empresas solventes que no han aguantado el nivel de impagos tan grande. Por otro lado he conocido la situación similar, o peor aún, de otras empresas de la península. Todas están en fase de reestructuración y redefinición de sus objetivos.
Hablando hoy con un ex-alumno de ingeniería comentábamos que la idea de la población en mirar únicamente al sector público como salvavidas no nos auguraba un futuro muy esperanzador, esencialmente por lo limitado que es este sector en generar nuevos puestos de trabajo para acoger a este volumen tan grande de desempleados.
¿Qué hacemos? Si el problema que tenemos es de mano de obra poca cualificada, luego los nuevos parados cuentan tal vez con más experiencia que cualificación, se impone, desde mi modesto punto de vista, aún más la emprendeduría.
Sobreponerse a la pérdida de posición laboral, cuando se han alcanzado posiciones más basadas en la meritocracia (no de forma despectiva sino referida a la promoción interna) y la experiencia en el puesto ocupado, debe ser afrontada con la conciencia de que para la misma ocupación es casi seguro que competirá con población más joven y mejor preparada. Sólo resta hacerse un nuevo hueco, aprovechar el conocimiento del sector y de los potenciales clientes, las reglas del negocio y sus deficiencias, y a partir de este análisis proponer una alternativa. Quizás hasta el punto de partida sea un proyecto que en el puesto anterior no fue posible desarrollar.
Pero, ¿el emprendedor nace o se hace? Ni me planteo ahora la discusión, no estña el horno para bollos. Si hay alguna oportunidad, no hay que dudar.
Eso sí, soy consciente que no es fácil. Hay que decidir con quien se hace, cómo se puede empezar y, lo que es más complicado, qué recursos hace falta poner para arrancar.
Ahora mismo estoy buscando oportunidades profesionales para algunos de los colaboradores que tengo en la OSL, no voy a ser yo quien de el paso pero estoy implicado completamente en la búsqueda del nicho, las alianzas con gente con experiencia y probar a ver si son capaces de sacar el proyecto adelante. Yo tengo plena confianza en ellos.
"El número de parados registrados en las oficinas públicas de empleo de Canarias al término del mes de septiembre [...] se situó en 248.858, según datos del Ministerio de Trabajo."
Estas semanas pasadas algunos de estos parados en Canarias son conocidos, del sector de la innovación, de empresas solventes que no han aguantado el nivel de impagos tan grande. Por otro lado he conocido la situación similar, o peor aún, de otras empresas de la península. Todas están en fase de reestructuración y redefinición de sus objetivos.
Hablando hoy con un ex-alumno de ingeniería comentábamos que la idea de la población en mirar únicamente al sector público como salvavidas no nos auguraba un futuro muy esperanzador, esencialmente por lo limitado que es este sector en generar nuevos puestos de trabajo para acoger a este volumen tan grande de desempleados.
¿Qué hacemos? Si el problema que tenemos es de mano de obra poca cualificada, luego los nuevos parados cuentan tal vez con más experiencia que cualificación, se impone, desde mi modesto punto de vista, aún más la emprendeduría.
Sobreponerse a la pérdida de posición laboral, cuando se han alcanzado posiciones más basadas en la meritocracia (no de forma despectiva sino referida a la promoción interna) y la experiencia en el puesto ocupado, debe ser afrontada con la conciencia de que para la misma ocupación es casi seguro que competirá con población más joven y mejor preparada. Sólo resta hacerse un nuevo hueco, aprovechar el conocimiento del sector y de los potenciales clientes, las reglas del negocio y sus deficiencias, y a partir de este análisis proponer una alternativa. Quizás hasta el punto de partida sea un proyecto que en el puesto anterior no fue posible desarrollar.
Pero, ¿el emprendedor nace o se hace? Ni me planteo ahora la discusión, no estña el horno para bollos. Si hay alguna oportunidad, no hay que dudar.
Eso sí, soy consciente que no es fácil. Hay que decidir con quien se hace, cómo se puede empezar y, lo que es más complicado, qué recursos hace falta poner para arrancar.
Ahora mismo estoy buscando oportunidades profesionales para algunos de los colaboradores que tengo en la OSL, no voy a ser yo quien de el paso pero estoy implicado completamente en la búsqueda del nicho, las alianzas con gente con experiencia y probar a ver si son capaces de sacar el proyecto adelante. Yo tengo plena confianza en ellos.
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